En una noche particular para la provincia del Chaco, y en medio de novedades que siguen surgiendo en el caso por la desaparición de Cecilia, las elecciones locales están captando la atención a nivel nacional. Con un alto porcentaje de abstención del voto, que se asemeja a los países donde la votación no es obligatoria, surge la necesidad de comprender la reacción de los chaqueños frente a las circunstancias actuales. Según Luis Rosales, analista político nacional e internacional, «en una elección obligatoria donde vota el 50-55%, hay algo detrás que necesita ser explicado».
Las elecciones en el Chaco podrían proporcionar indicios sobre la realidad del electorado a nivel nacional. Aunque resulta complicado extrapolar los resultados de una provincia con poco más de un millón de habitantes a los 47 millones de argentinos, existen preocupaciones y temas compartidos en todas las provincias.
A nivel nacional, se avizora un escenario de fragmentación política, similar a otros países de la región como Perú. Sin embargo, al acercarse la presentación de candidaturas, se espera que se definan dos grandes bloques, aunque la incógnita radica en si habrá un tercer actor en juego. Según Rosales, «tal vez el 24 de junio, en una semana, sabremos si logran ordenarse y se mantienen esas dos grandes coaliciones, o por lo contrario, se parten o llegan unidos pero muy separados».
La falta de diálogo y la división en la oposición también contribuyen al desencanto generalizado de los ciudadanos argentinos. A esto se suma una crisis económica casi terminal y un profundo enojo hacia la clase política. Rosales afirma que «la combinación de elecciones y una crisis casi terminal en lo económico, con profundo enojo por la clase política, es muy compleja».
