Noticiero 9

Raúl Barboza pasó por Radio Nordeste tras ser reconocido como “Doctor Honoris Causa” del Chamamé

En Radio Nordeste tuvimos el honor y privilegio de entrevistar al gran Raúl Barboza, reconocido exponente del chamamé, quien compartió sus vivencias y anécdotas en una entrevista exclusiva con Supertarde. Con la distinción reciente como Doctor Honoris Causa en la Fiesta Nacional del Chamamé, el maestro desveló detalles sobre su carrera, la música, y la influencia de grandes maestros en su vida.

Primeramente cabe repasar que en la ceremonia inolvidable de la primera noche de la Fiesta Nacional del Chamamé, el rector de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Omar Larroza, otorgó a Barboza el prestigioso título de Doctor Honoris Causa. La velada estuvo llena de emociones y reconocimientos para el destacado chamamecero, conocido por sus composiciones históricas y su influencia internacional. A pesar de su brillante trayectoria, cada año Barboza regresa al Taragüí para cautivar al público con su virtuosismo en el acordeón. El título de Doctor Honoris Causa fue entregado en reconocimiento al valioso aporte de Barboza a la cultura global.

Ante la consulta de ¿Cómo se sintió al recibir la distinción de Doctor Honoris Causa?, Barboza respondió con humildad y compartiendo la dificultad de expresar sentimientos en el momento.  “Cuando hay que arrancar y hablar, expresar sus sentimientos, nunca es lo que sale de nuestra boca, nunca sale lo que uno pensó en decir”, precisó. Además, revela la elección de no reemplazar a un miembro fallecido en su grupo, preservando el ambiente y la esencia que comparten desde hace décadas.

Siguiendo el hilo en su relato, se profundizó sobre los primeros pasos de Barboza en la música: «¿Qué quedó de aquel niño que interpretó la torcaza? ¿Qué queda de él cada vez que sube al escenario?» Con reminiscencias de su infancia, Barboza habló de su padre, guitarrista acompañante, quien introdujo el acordeón a su hogar. Menciona a figuras como Cocomarola e Isaaco Abigol, destacando la diversidad de estilos en el Chamamé.

Sobre su infancia musical recordó que cuando tenía entre 7 u 8 años “mi papá llegó a nuestra modesta morada en Olivos, aquí en Buenos Aires, pero en la provincia, y llegó con un acordeón. color negro me acuerdo, porque era una acordeón alemana, yo había leído que decía Oner. Y bueno, mi papá llegó con ese instrumento, él era guitarrista, fue guitarrista acompañante, y él era conocido, muy muy conocido, muy querido por sus pares, y por lo tanto él era también… requerido como acompañante en algunos grupos musicales de chamamé”.

Barboza expresó que desde muy joven fue siempre autodidacta, “yo aprendí. Yo fui autodidacta siempre”, remarcó. A pesar de su habilidad para aprender de oído, observó la falta de escritura adecuada en el Chamamé y destacó la complejidad de plasmar este género en partituras. La conversación radial también derivó hacia anécdotas de afinadores y creadores de instrumentos, subrayando la importancia del oído en la música correntina.

“Yo nunca aprendí a leer, recién ahora estoy estudiando un poco para agilizar un poco”.

La entrevista también exploró la diversidad musical de Barbosa, desde tocar con músicos de jazz en Europa hasta enseñar chamamé a una ítalo-francesa. La conexión con Juan José Mussolini y su homenaje revela la extensión del impacto de Barbosa en diferentes culturas y contextos musicales. 

Yo no soy un sabio, yo simplemente tuve que aprender lo que les cuento para tener un asidero, para no estar en el aire. Porque yo cuando fui a Europa he tocado con músicos de jazz. He tocado con músicos franceses. Y he enseñado a tocar el chamamé a una ítalo francesa”.

Asimismo, mencionó cuando hizo música con Adolfo Ábalos, santiagueño del grupo Los Hermanos Ábalos, señalando que le enseñó cómo estaba mal escrito el chamamé. En este punto profundizó diciendo: “me dicen, ¿sabes que por eso nadie toca chamamé? Porque nadie tiene partituras de chamamé. Porque está mal escrito. Y evidentemente está mal escrito. Y sigue estando mal escrito. Por eso es que los músicos tocan de manera autodidacta. porque es muy complicado escribir un chamamé, y para que sea bien tocado tiene que estar bien escrito, si no suena muy diferente”.

Cuando habló del bandoneón como instrumento indiscutible de la música chamamecera señaló que el mismo es como un piano. “Tiene las teclas blancas y las teclas negras. O sea, es un instrumento que tiene cromatismo sonoro”, precisó. Mientras que el acordeón es llamada verdulera”, subrayó. Y continuó diciendo: “Se le puso como mote la verdulera. Ese es un instrumento que es como un piano, pero sin las teclas negras. O sea que hay nada más que en un acordeón de verdulera dos tonalidades. Un tono mayor, que puede ser do mayor, y el tono menor es la relativa menor de do, que es la menor. Si está en sol mayor, la acordeón… tiene el sol mayor y como relativa menor el mi menor. Y de ahí no puedes tocar otra cosa. Por eso había acordeonistas que tenían dos acordeones para tocar en diferentes tonalidades para no obligarlo a cantar a un cantor o a un cancionista. en una tonalidad que su voz, que su garganta no le daba”.

En el final de la entrevista, el maestro Raúl Barboza se tomó un momento para agradecer la entrevista y enviar un saludo especial a todos los oyentes de la radio. También envío un saludo por intermedio de ustedes, a quienes están escuchando en este momento y de alguna manera están escuchando lo que yo aprendí”, concluyó.

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