Continúa el escándalo por el supuesto maltrato a dos menores en la guardería Arcoíris de Sáenz Peña, tras la viralización de imágenes de video. La madre reiteró sus denuncias y cuestionó a la justicia por su “lentitud” en el caso.
En una entrevista exclusiva con Noticiero 9, la madre de las víctimas, Laura María Bocek, junto a su abogada, Adriana Molina, expresaron su preocupación ante la falta de avance en la investigación por parte de las autoridades judiciales. Según Bocek, la denuncia fue presentada el 9 de marzo ante la División de Violencia Familiar, días después del incidente ocurrido el 8 de marzo en la guardería.
En palabras de Bocek, «siempre notaba marcas en mis hijos, pero para mí era algo normal«. Sin embargo, fue alertada por una docente de la guardería sobre la situación, lo que la llevó a investigar más a fondo. Tras consultar con sus hijos, descubrió el alcance del maltrato que habían sufrido, incluyendo encierros y agresiones físicas.
“Yo, hablando con mis niños, y hasta el día de hoy, que ya pasó más de un mes, le pregunto, y ellos exactamente me dicen lo mismo, de que sí, de que como que le arañó la cara y le pegaba sopapo”, relató la madre de los menores agredidos.
Laura señala que habló con la directora del establecimiento, pero esta le nego los hechos y escatimó información. “Yo pude hablar con ella, no me dio ninguna explicación, ni me quiso mostrar la cámara en profundidad del momento donde ella lo encierra, porque ella solamente me mostró esa partecita donde lo encierra, pero qué pasó después adentro, no me mostró”, manifestó.
La abogada Molina, quien representa a varias madres afectadas, destacó la solidaridad de otras familias que, aunque no tuvieron problemas similares, se sumaron a la denuncia. Sin embargo, cuestionó la demora en el proceso judicial, solicitando una respuesta inmediata y sumarísima por parte de las autoridades. Además, hizo hincapié en la condición de vulnerabilidad del menor afectado, con Síndrome de Down.
Una de las preocupaciones principales es la falta de medidas de protección para los niños afectados. Bocek reveló que no se les realizó la cámara Gesell, una herramienta vital en casos que involucran a menores de edad. Además, confirmó que sus hijos no han vuelto a la guardería desde el incidente, aunque esta sigue operando normalmente.
Ante la pregunta de si la guardería sigue funcionando, Molina hizo un llamado a la comunidad y a la sensatez de los padres, cuestionando la continuidad del establecimiento después de los graves sucesos ocurridos.
Las autoridades de la guardería, representadas por la directora del Jardín Arcoiris, han negado las acusaciones de maltrato, atribuyendo el comportamiento inapropiado de los niños a una supuesta conducta no acorde. Sin embargo, Molina subrayó que se debe respetar el desarrollo psicoevolutivo de cada niño y repudió enérgicamente los actos de violencia.
En cuanto a la falta de la cámara Gesell, Bocek aclaró que nunca se le ofreció realizarla, y que las únicas medidas propuestas por las autoridades fueron exámenes médicos, los cuales ella rechazó al considerar que las marcas en el cuerpo de sus hijos eran superficiales.
