La cantante hizo delirar a una multitud de fanáticos en las playas de Copacabana en la despedida de su The Celebration Tour. La artista de 65 años derrochó energía y mezcló música con performance, cabaret y baile.
Con decenas de cambios de decorado y trajes, espectaculares luces y muchas pantallas gigantes a lo largo de la playa, Madonna dejó constancia de su infinita capacidad de innovar. El concierto marcó el cierre triunfal de su gira The Celebration Tour, un monumental homenaje a sus más de cuarenta años en la industria musical.
En «Live To Tell» rindió un homenaje a Freddie Mercury y el legendario músico brasileño Cazuza. Un final épico, con un mix de «Billie Jean», de Michael Jackson, y «Like a Virgin», enloqueció a los fans.