Tras los constantes incidentes y protestas en París a una semana de que un joven de París, de origen norafricano, fue asesinado por un policía, el periodista internacional Luis Rosales hace un análisis de lo que está atravesando actualmente el país de Francia.
El hecho del asesinato fue filmado: se escucha la amenaza del uniformado, luego se ve el movimiento del disparo, seguido de la muerte de Nahel Merzouk de 17 años. Quien estaba a su lado contó días después que los policías le pegaron primero culetazos con la pistola antes de abrirle fuego a quemarropa.
Luis Rosales, principalmente manifestó que las protestas no solo suceden actualmente en París sino que “son variadas las ciudad de Francia que están bajo asedio permanente”.
A su vez, el analista Rosales se remontó a la historia de Francia para remarcar que “el pueblo es rebelde por naturaleza”. Pues, en 1789 Francia vivió unos de los momentos bisagras de la historia universal, “cuando el pueblo se levanta y derrota a una monarquía gobernante y los degüella, los guillotina”, comentó.
Asimismo, explicó que los antecesores de los franceses (los galos) fueron los que no se subordinaron al imperio romaro, cuando toda Europa sí estaba subordinada a dicho imperio.
A pesar que el pueblo francés “es muy complejo”, remarcó que en el último tiempo el país atravesó muchos cambios: en lo económico y en la organización de toda Europa. “Para un pueblo orgulloso, con bastantes tintes nacionalistas”, sostuvo. Respecto al ámbito económico “ellos eran una potencia industrial y pasaron a tener una economía de servicio”. Y el euro se digita más desde Alemania (Berlín), que de París. Y por otro lado, se estableció “una revancha” de las colonias francesas donde sus habitantes fueron a vivir a lo que fue la metrópolis: Francia, “cambiando por completo la composición de la población francesa”.
Respecto a actuales las protestas sociales en Paris, Rosales remarcó que: “lo que llegan sienten que son discriminados por lo que están, por los franceses tradicionales”, para sostener que “hay una sensación de cierta discriminación”.
Mientras que los franceses tradicionales sienten que toda su cultura e idiosincrasia “está en riesgo por la llegada de tantos inmigrantes distintos, muchos de ellos musulmanes”, enfatizó.
“Basta una chispa con la muerte que se dio del joven por parte de la policía francesa para que todo estalle en mil pedazos”.
Mientras que la Organización de Naciones Unidas sostuvo que las fuerzas del orden francesas tienen “profundos problemas de racismo”. Y una historia de muertes en operativos: 861 desde 1977 es decir cerca de 19 por año, en su mayoría hombres, jóvenes, y la mitad en las periferias de París, Lyon y Marsella, tres de las ciudades más afectadas por las actuales revueltas. Solo quince días antes de que un policía haya matado a Alhoussein Camara de 19 años.
A la muerte de Nahel le siguieron movilizaciones multitudinarias pidiendo justicia. Y detonó la furia, una como nunca se había visto en un país que tiene una larga historia de asesinatos de jóvenes de banlieues seguidos de estallidos locales o regionales. Lo muestra la película La Haine de 1995, las revueltas del 2005 que duraron semanas, las que no son noticia pero ocurren crónicamente con enfrentamientos y quemas de autos. Esta vez fue mayor en su geografía y en su repertorio de acciones.
