Noticiero 9

Alberto Fernández le pidió a Milei a través de su cuenta de Instagram que “pare el odio”

En vísperas del 24 de marzo, Alberto Fernández, ex presidente de Argentina, hizo un llamado público al actual presidente, Javier Milei, para que detenga el discurso de odio que, según afirma, ha estado promoviendo.

A través de su cuenta de Instagram, Fernández compartió un video recopilatorio de declaraciones de Milei, líder del partido «La Libertad Avanza», que, según él, destilan odio hacia ciertos grupos.

En la descripción de su posteo, Fernández reveló haber invitado a Milei a desayunar en Olivos con la intención de organizar una transición y traspaso de gobierno de manera pacífica. En esa ocasión, advirtió a Milei sobre “la necesidad de moderar su discurso violento contra aquellos que piensan diferente”. Fernández recordó el peligro que representa incitar al odio, haciendo referencia alincidente pasado con Cristina Fernández de Kirchner, cuando uno de sus seguidores intentó agredirla.

El posteo publicado por el ex presidente.

El ex presidente lamentó que Milei “no haya tomado en cuenta su consejo y que continúe con su retórica violenta”, etiquetando a sus opositores como «zurdos» o «ratas». Fernández expresó su total repudio hacia los agresores de los opositores de Milei y exigió que la justicia aclare rápidamente cualquier acto de violencia política.

En un llamado directo al presidente Milei y a la dirigencia de su partido, Fernández instó a “poner fin a los discursos de odio que promueven la violencia”, subrayando que tales actos buscan silenciar la voz de la militancia a través del terror. Fernández reafirmó su compromiso con la Memoria, la Verdad y la Justicia, especialmente en vísperas de conmemorar la tragedia iniciada el 24 de marzo de 1976.

Notas relacionadas

Unión por la Patria pidió una sesión especial en Diputados para rechazar el DNU de Javier Milei

redactor

Cayó un rayo y murieron diez vacas en una zona rural de Corrientes

redactor

Polémica por chorizos de caballo: repudian la faena clandestina pero admiten que está «culturalmente aceptado»

redactor