Científicos especulan que este inusual suceso se debe al estrés o a alguna enfermedad presente dentro del grupo de ballenas.
En una remota playa de la localidad de Dunsborough, al suroeste de Australia, se ha registrado un suceso impactante: al menos 160 ballenas piloto, científicamente conocidas como «Globicephala melas», quedaron varadas.
Este incidente ha generado preocupación, especialmente después de que se informara sobre la muerte de 26 ejemplares, a poca distancia de la orilla. Las autoridades locales, en coordinación con expertos y veterinarios, han desplegado esfuerzos para rescatar a los cetáceos y orientarlos de vuelta al océano.
El Servicio de Parques y Vida Salvaje del estado de Australia Occidental ha confirmado la presencia de cuatro grupos de ballenas, totalizando alrededor de 160 individuos, dispersos a lo largo de unos 500 metros de costa. Entre ellas, 110 se encuentran en proximidad peligrosa a la costa. Imágenes impactantes muestran a las ballenas amontonadas en aguas poco profundas cerca de la costa, en un área conocida como la entrada de Toby.
A pesar de los esfuerzos de rescate, se ha confirmado la muerte de varias ballenas, lo que ha llevado a las autoridades a iniciar el proceso de etiquetado de los cetáceos que no lograron regresar a aguas más profundas. Expertos en vida silvestre sugieren que este comportamiento inusual podría indicar estrés o enfermedad dentro de la manada. Las ballenas piloto, reconocidas por sus fuertes lazos sociales, pueden seguir a un miembro varado, lo que complica aún más la situación.
Este varamiento masivo trae a la memoria eventos similares en la región, como el ocurrido en 2020 en la isla de Tasmania, donde 470 ballenas piloto quedaron varadas. E