El viernes pasado la conductora de radio y Tv Maju Lozano contó que es autista. A flor de piel y a corazón abierto, la conductora dio detalles sobre cómo fue enterarse del diagnóstico a los 51 años y, desde entonces, las aristas que se desprenden de un trastorno que no tardó en volverse tema de conversación.
En videollamada con N9, Maria Luz Fernández, médica pediatra neuróloga infantil, comentó en profundidad las causas y consecuencias que abarcan al autismo.
Primeramente, la médica explicó que “hay varios conceptos actuales que difieren en lo que difieren en cómo nombrar a una persona, ya que el colectivo de personas con autismo adolescente quieren que le llamen “personas con autismo o autistas”, directamente, ya que la T de trastorno genera un impacto negativo, inclusive para las familias con alguna presunción diagnóstica”.
Sin embargo, comentó que “cuando una persona autista puede acceder a los apoyos” cuenta con un certificado único de discapacidad, el cual contiene una nomenclatura establecida “donde TEA lleva la palabra Trastorno”.
De una u otra manera, explicó que cualquier persona cuando visibiliza esta condición y lo expresa a lo largo de la vida lo puede manifestar de la forma que mejor le parezca. Pero particularmente “cuando doy un diagnóstico hablo en general de Condición, para que no se lleven la sorpresa cuando uno tenga que escribir algo que tiene que ir burocráticamente, aparte es un ingreso de esa persona” explicó.
Por otro lado manifestó que no es extraordinario que una persona adulta sea diagnosticada autista ya que es una condición del desarrollo desde la infancia “más frecuente”. Sostuvo que la prevalencia actual de los informes de Estados Unidos, sobre datos estadísticos, advierten “1 en 36 personas” diagnosticadas con autismo.
Pero aclaró que en adolescentes y adultos el autismo “está siendo cada vez más frecuente”. Y tomó como ejemplo el testimonio personal de la conductora de Tv Maju Lozano “cuando dijo que no se sentía cómodo en algunas características a nivel social, que llevó a pensar y plantearse este posible diagnóstico”.
“Es importante aclarar que el autismo es una condición que si bien se diagnostica en la primera fase de la infancia se puede desarrollar a lo largo de toda la vida, con mayor o menor requerimiento de apoyo”.
A su vez, remarcó que “las nuevas terminologías no hablan de enfermedad” sobre el autismo, sino que volvió a aclarar que se habla de “condición”. Más allá que “pueden surgir otras situaciones que pueden agregarse a esta condición” aclaró. Y dio ejemplo como dificultades para el habla, deficiencias en la inteligencia, problemas en el aprendizaje, donde “cuanto mayor asociación de estas situaciones tiene la persona, mayor trastorno y desafío tiene para sobrellevar el día a día, y es ahí donde aparece la palabra trastorno” detalló. A pesar que para familiares del paciente “les resulta chocante cuando se habla de trastorno” aclaró.
En relación al testimonio de la conductora respecto al autismo, la neuróloga comentó que “seguramente Maju y su familia pasaron por un duelo para aceptar esta situación, ella estaba buscando una respuesta a sus situaciones que le generaban un desafío”.
“MUCHAS VECES ES EL CONTEXTO QUE LO RODEA LO QUE LLEVA A UNA PERSONA AL TRASTORNO, Y NO LA MISMA PERSONA”.
Aclaró que muchas veces los procesos de diagnósticos sobre autismo son largos.
Sobre los síntomas alertas que pueden generar autismo en una persona generalmente son:
- La dificultad en las habilidades sociales para la comunicación social (por ejemplo, no poder interpretar las actitudes o reacciones de la persona con la que se entabla una conversación).
- Patrones de comportamiento restringidos (por ejemplo, cuando los niños hacen el mismo tipo de juego, o movimientos repetitivos).
“Cuando estos aspectos interfieren, obstaculizan en la actividad en la escuela o en otras actividades recreativas es que esto amerita una observación” concluyó.
