La situación económica actual continúa afectando severamente al sector comercial en la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, con comerciantes locales enfrentando una batalla diaria para mantener sus negocios a flote en medio de una recesión que parece no tener fin.
Liliana Acevedo
En diálogo con N9, Liliana Acevedo, propietaria de una librería y un bazar en la ciudad, compartió su perspectiva sobre el presente y el futuro cercano del comercio local. «No vemos la luz al final del túnel«, expresó Acevedo, reflejando un sentimiento común entre muchos comerciantes de la zona.
El panorama es sombrío: las ventas han caído dramáticamente y los días tradicionalmente fuertes de inicio de mes ya no generan los ingresos de antes. Según Acevedo, este descenso se debe a múltiples factores, incluyendo el alto costo de alquileres, impuestos provinciales y nacionales, cuotas sindicales, sueldos y servicios que continúan escalando. Además, el flujo de efectivo se ha reducido considerablemente, con las transacciones realizadas principalmente a través de tarjetas de crédito o debido a la escasez de liquidez.
«Los servicios también están por las nubes y pagar un empleado es bastante dinero«, agregó Acevedo, señalando que los costos operativos son cada vez más insostenibles. La comerciante también destacó la creciente dificultad para cubrir gastos básicos y mantener la competitividad del negocio frente a estos desafíos.
Desde una perspectiva más amplia, el Presidente de la Cámara de Comercio local informó que varios negocios han tenido que cerrar sus puertas, incapaces de sostener los altos costos fijos. Esta situación ha generado una «depresión» del ánimo comprador, impactando negativamente en toda la economía local.
Acevedo recalcó la importancia de considerar todos los factores y no centrarse únicamente en salvar a un sector específico. «Nuestros clientes son mayoritariamente asalariados, es gente que también está sufriendo mucho«, explicó, destacando cómo la crisis afecta a todos los niveles de la sociedad y repercutiendo directamente en negocios como el suyo.La esperanza de una recuperación parece lejana y, como menciona Acevedo, «estamos en una espera que no es dulce, porque no se trata de dulce espera«.
