El vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios de Transporte Automotor, Luciano Fusaro, explicó cómo seguirá el esquema de aumentos del boleto de colectivo y el impacto que tendrá en los usuarios la quita de subsidios nacionales.
Fusaro explicó que hay que dividir la situación en dos partes, ya que “una cosa es el AMBA y otra el impacto que tendrá en el interior”. “No teníamos previsto, y fue una sorpresa, la eliminación del fondo compensador en las provincias del interior”, indicó.
La quita de subsidios, según Fusaro, “va a tener un impacto fuerte, porque si se quitan todos los subsidios es probable que se refleje en el valor del boleto el costo real de mover un pasajero”.
Si bien el fondo compensador estaba destinado a subsidiar el trasporte automotor de pasajeros de las provincias del interior, según explicó el vicepresidente, el AMBA tiene otro tipo de financiación, y es por eso que hay que separar las situaciones.
Cómo impacta en el pasajero
Sin los subsidios, el pasajero de transporte público tendrá un incremento exponencial en el costo final del boleto de colectivos. Sin embargo, los subsidios que se dan a través de la tarjeta SUBE, que se utilizan para financiar el atributo social, es decir al jubilado y estudiantes, por ejemplo, reciben un descuento adicional por sobre el precio del boleto local, y según aseguró Fusaro, «ese descuento va a seguir, a cargo del gobierno nacional”.
Una ciudad del interior sin ningún tipo de subsidio va a tener que llevar el boleto al mismo valor del costo, sino no van a poder circular los colectivos, así el boleto se iría a $1000. Pero si un jubilado, o un beneficiario de AUH, tiene la tarjeta SUBE con el beneficio, en vez de pagar mil pesos pagaría $450, es decir con el 55% de descuento sobre la tarifa local. Del mismo modo, quien no tenga descuento de atributo social y viva en el interior, de no recibir algún otro subsidio del gobierno local, provincial o municipal, va a tener que pagar el boleto pleno.
Ejemplo que dio el vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios de Transporte Automotor, Luciano Fusaro.
Cómo impacta en las empresas
Fusaro explicó que para saber si el servicio de transporte es rentable, “nosotros medimos cuál es el costo de operación de un sistema en condiciones ideales”, es decir que cumpla con el usuario y deje margen para inversiones de arreglo y mantenimiento, por ejemplo.
“Un sistema en condiciones ideales es aquella tarifa técnica que tiene implícita la rentabilidad sobre todos los costos, en el AMBA por ejemplo es del 4%, es decir que de cada 100 pasajeros que ingresan, 4 deberían ser rentabilidad”, profundizó al respecto.
“Esa tarifa técnica incluye el cargo necesario para renovación y mantenimiento de unidad, es una tarifa para cubrir todas las expectativas, tanto de inversión, como de calidad de servicio al usuario y de rentabilidad para el operador por el riesgo asumido”, explicó.
