El escenario político en la Cámara de Diputados se ha visto sacudido por la decisión del hasta ayer presidente del bloque libertario, Oscar Zago, de anunciar la salida de su partido, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), del bloque de La Libertad Avanza.
Este anuncio se produce tras la crisis desencadenada por la designación de Marcela Pagano como presidenta de la comisión de Juicio Político, la cual fue rechazada por el presidente de la Cámara, Martín Menem. Como resultado, Oscar Zago ha sido desplazado de la presidencia del bloque, siendo reemplazado por Gabriel Bornoroni.
Zago, en declaraciones a un medio radial expresó su apoyo continuado al presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei, mientras anunciaba la conformación de un interbloque dentro del mismo, siempre y cuando sea aceptado. En caso contrario, el MID formaría un bloque aparte, lo que podría incidir en la estabilidad del bloque y comprometer votos clave. “Algunos le mienten al Presidente”, señaló.
La controversia se inició con la designación de Marcela Pagano como presidenta de la comisión de Juicio Político, la cual generó tensiones y discrepancias internas. Zago sostuvo que esta designación contó con el aval del presidente Milei y denunció un malentendido en cuanto al papel del mandatario en la decisión.
Además, Zago reveló que existían intentos previos de apartarlo de la presidencia del bloque, así como diferencias internas respecto a la alianza con el PRO y el tema de los sueldos en el Congreso. En este sentido, destacó la postura de la vicepresidenta Victoria Villarruel y cuestionó el avance de Karina Milei para conformar La Libertad Avanza como partido político en la Ciudad de Buenos Aires.
En este contexto, la incertidumbre política se acrecienta con la decisión de Zago y la conformación de un nuevo interbloque, lo que podría tener implicaciones en la dinámica legislativa y en la estabilidad de La Libertad Avanza, en el medio de las negociaciones entre el Ejecutivo y los gobernadores para la aprobación de la nueva versión de Ley de Bases y el mega DNU, cuyo destino depende ahora de la Cámara de Diputados.
