Ayer se conoció un video que muestra a un menor de 17 años ahogando a un perro de dos años en una pileta luego de entrar a robar a una casa de Villa Río Negro. No sería la primera víctima del delincuente, conocido en el barrio como “Milton”. Vecinos cuentan que, además de numerosos robos, mató con anterioridad a varios perros.
La comunidad de Villa Río Negro se encuentra consternada tras la difusión de un video que muestra a un menor de 17 años ahogando a un perro de dos años en una pileta, luego de ingresar a robar a una vivienda en el barrio. Este no sería el primer acto de violencia del joven, conocido localmente como «Milton», quien, según testimonios de la zona, tiene un historial de robos y maltrato a animales y actualmente se encuentra detenido en Tres Horquetas.
La dueña de la casa de Villa Río Negro comentó que “Renato”, el perro ahogado por Milton, pertenecía a su sobrina de 4 años, quien, contó, llora todo el tiempo. Además, señaló “El video entero es mucho peor. Lo que le hicieron a nuestro bebé es terrible”. Para ella el menor fue detenido sólo gracias a la viralización de las imágenes, de lo contrario, Milton, quien posee un frondoso prontuario, se habría librado de la justicia como lo hizo ya en numerosas ocasiones.
Asesino serial de mascotas
Vecinos del barrio relatan que, además de los numerosos robos perpetrados por Milton, éste ya había matado con anterioridad a varios perros. Sin embargo, y a pesar de las numerosas denuncias por parte de varios vecinos, Milton y sus hermanos delinquían con total impunidad por el barrio.
Ivana, una de las afectadas, describió cómo encontró a su perrito apuñalado después de un paseo y señaló que Milton se ofreció a enterrar al animal, alegando un ataque por parte de otro perro vecino. Sin embargo, posteriormente, Ivana descubrió que el propio Milton había sido el responsable de la muerte de su mascota.
«En ese momento se acerca un chico, que es este muchacho Milton, y me dice que mi perrito lo había atacado el perro de un vecino. A mí me parecía muy raro porque los perros de los vecinos no tienen esa fama de ser agresivos ni nada. Y bueno, él en ese momento me ofreció para ir a enterrarlo, yo le dije que sí, bueno, no entendía mucho. Pero después me di cuenta que fue él quien lo había matado al perro. Además coincidía también con que empezaron a ingresar a mi casa, a mi patio a robar, y yo entendí que esa había sido la razón por la que lo había matado», relata Ivana.
Valeria, otra residente del barrio, denunció la falta de medidas efectivas contra Milton y sus hermanos: «Hice muchas denuncias, pero cuando lo lograron agarrar, lamentablemente los fiscales dicen son “robos menores”. Y yo creo que un robo, te roban un botón y si a vos te costó comprar un botón, es un robo. Un robo es un robo. Entonces, como era un robo menor, salía«.
«Y como tiene 17 años sale, pero yo la verdad que no entiendo de leyes ni nada de esto, pero me parece que si a los 16 años una persona puede votar, a los 17 años puede ir preso. Y si no va preso, porque es menor, me parece que tiene que haber algún responsable, que la madre o alguien tiene que hacerse cargo, porque si no, no se puede vivir así«, expresó indignada Valeria, quien no obstante se muestra esperanzada de que las nuevas autoridades policiales pongan un mayor foco en esta clase de delitos.
Romina, quien perdió a su perra en circunstancias similares, apuñalada por Milton, hace aproximadamente un año y medio, también expresó su frustración: «Al verla cómo murió, yo no le deseo a ningún dueño que tenga animales que encontrara a su animal como yo encontré a mi perra, o como encontró Ivana, o como encontró los dueños de este perrito. La verdad que ver un animal muerto así, no se merece a nadie».
Este caso se suma a numerosos otros hechos que ponen sobre la mesa el debate acerca de la inimputabilidad de los menores y la necesidad de implementar medidas más efectivas para abordar la delincuencia juvenil y el maltrato animal, dos modificaciones que actualmente están en proceso de debate en el congreso, en el marco de la denominada Ley Ómnibus.
