Juan José Milei es hermano del padre del Presidente y de su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia. Tiene 63 años y trabaja para una aplicación de reparto.
El 7 de marzo, hace veinte días, Juan José Milei, el tío del Presidente, recibió la notificación de desalojo. Ocupa un departamento de dos ambientes en el barrio de San Cristóbal, Ciudad de Buenos Aires. Esa vivienda la compró con la herencia que recibió de sus padres, los abuelos de Javier Milei y su hermana Karina. Juan José, a quien llaman Chicho, pedalea para una app de delivery.
Según Chicho, la demanda la inició un abogado a quien acudió por un juicio laboral. Aquel proceso resultó en su contra y, siempre de acuerdo a la versión del tío del Presidente, para cobrar sus honorarios el abogado “lo engañó” haciéndole “firmar papeles” en los que “se quedó con su casa”.
“Si yo pudiera hablar con este abogado le pediría que me deje vivir acá y cuando me muera… Bueno, que se lo quede. Y yo si me voy me iría a la calle, porque no tengo nada, nada donde ir a vivir”, dice Chicho, que tiene 63 años. Por la mañana Juan José Milei reparte diarios para un puesto del barrio. Por la tarde, pedalea para Pedidos Ya. No descansa salvo los sábados. Vive con un promedio de $15.000 por semana, si es que no llueve esos días. No tiene prepaga ni aportes jubilatorios.
Hijos del mismo padre, los hermanos Norberto y Chicho hicieron cada uno su curva, quizás, en sentidos distintos. Norberto, el padre del Presidente, arrancó como chofer de colectivos en la línea 21 y terminó comprando la empresa. Sin dejar de conducir, invirtió en otra, la Rocaraza, dejó el volante y devino empresario del transporte. Fue por más: adquirió una financiera, una empresa ganadera, una algodonera y un negocio inmobiliario.
Chicho, en cambio, combinó el trabajo en la frutería del padre con otras ocupaciones. Fue cadete en una fábrica de calderas, armó cajas en una fábrica de camisas, estudió para masajista deportivo pero salvo a las amigas de la madre no atendió a nadie porque “quién iba a entrar en mi casa, nadie me llamaba”.
Ante la consulta sobre que le gustaría que el gobierno haga, Chicho manifestó «que ayude más a los jubilados, a la gente»
