Se registran notables bajas en el consumo de la carne vacuna.
En un contexto de alta inflación, y desigualdad salarial, se puede notar cómo la gente se limita en ciertas cosas, por ejemplo el consumo de la carne. Vemos una suba generalizada de todos los precios y sectores que no se va a resolver con una medida puntual. Y se teme que el incremento siga y sea aún más perjudicial en la segunda mitad del año. La relación precio/calidad es difícil de sostener.