Un menor perdió la vida tras el vuelco de un carro a tracción a sangre. El subsecretario de Gestión Ambiental remarcó que aún circulan más de 150 carros en Resistencia, y cerca de 400 en el área metropolitana
Un trágico accidente ocurrido ayer puso nuevamente en debate el uso de carros a tracción a sangre. Un niño de siete años perdió la vida al volcar uno de estos vehículos, un hecho que generó conmoción entre los vecinos y dejó al descubierto las falencias en la regulación y control de esta problemática.
N9 dialogó con Matías Chávez, subsecretario de Gestión Ambiental del municipio, quien lamentó profundamente el hecho y señaló que, si bien existen medidas en marcha, la erradicación de los carros a tracción a sangre aún enfrenta múltiples obstáculos. “Es un hecho lamentable. Como Estado, no podemos apartarnos de esta situación. Estamos trabajando, pero todavía falta mucho por hacer”, expresó Chávez.
El subsecretario destacó que en Resistencia existe una ordenanza que prohíbe la circulación de carros a tracción a sangre dentro del ejido municipal. Sin embargo, reconoció que esta normativa no es suficiente para erradicar completamente la práctica. “Nosotros realizamos operativos y secuestramos vehículos cuando detectamos su circulación o tras denuncias de vecinos. Pero necesitamos una legislación provincial que permita a todos los municipios trabajar de forma coordinada para abordar el problema”, explicó.
Según un censo realizado a mediados del año pasado, se registraron 78 carros pertenecientes al municipio. Sin embargo, Chávez estimó que actualmente circulan entre 150 y 180 en Resistencia, cifra que podría superar los 400 si se consideran los vehículos que ingresan desde localidades vecinas como Barranqueras, Vilela y Fontana.
El uso de carros a tracción a sangre no solo es una cuestión de control municipal, sino también un reflejo de las condiciones socioeconómicas de muchas familias que dependen de esta actividad para subsistir. “Es una práctica que está profundamente arraigada culturalmente y vinculada a la pobreza. Erradicarla de un día para otro no es posible. Necesitamos brindar alternativas económicas a estas familias para que puedan abandonar esta actividad”, afirmó el subsecretario.
Chávez también mencionó que, pese a los esfuerzos del municipio, la colaboración ciudadana y de otros actores es fundamental. “No podemos avanzar solos. Necesitamos que los vecinos denuncien, que los comercios dejen de entregar residuos a estas personas, y que se involucren tanto el gobierno provincial como el judicial para implementar soluciones integrales”, agregó.
Este último accidente no es un caso aislado. En años anteriores, ya se habían registrado incidentes relacionados con carros a tracción a sangre y animales sueltos, que resultaron en lesiones graves e incluso la pérdida de vidas humanas.
El subsecretario Chávez admitió que el proceso será largo y que lo que se ha hecho hasta ahora es solo el inicio. “Reconocemos que no es suficiente, pero estamos dando los primeros pasos. Esto llevará tiempo, y necesitamos trabajar todos juntos para lograr una solución definitiva”, concluyó.