María José López, una farmacéutica oriunda de Corrientes, Argentina, compartió su experiencia como residente en Brasil, un país que la acogió junto a su familia hace casi cuatro años. En videollamada con Noticiero 9, contó cómo fue el proceso de adaptación, tanto en lo personal como en lo profesional.
"Decidimos mudarnos a Brasil tras vender nuestra farmacia en Barranqueras, justo cuando la pandemia comenzaba a desatarse", relató María José. "No fue una decisión fácil, pero sentimos que era la oportunidad correcta, y aunque hubo incertidumbre, no nos arrepentimos", agregó. La familia López aprovechó una promoción de vuelos y, con miedos naturales, tomaron el paso hacia lo desconocido. Hoy, María José se encuentra trabajando en el área farmacéutica, un sector que no le ha sido difícil de ingresar gracias al acuerdo de Mercosur que facilita el ejercicio profesional en países miembros.
Una de las mayores dificultades, según contó, fue la obtención de los documentos necesarios para radicarse en Brasil. "Durante la pandemia, todo se hizo por internet y los trámites demoraron mucho, casi tres meses, lo que retrasó nuestro comienzo laboral", señaló. Sin embargo, destacó la oportunidad laboral que ofrece el país, con un mercado que no discrimina por edad, algo que la familia no veía en Argentina. "Aquí, las personas mayores tienen muchas oportunidades de empleo. En Argentina, esto es algo que no veíamos", comentó.
María José también comparió cómo la vida en Brasil, particularmente en Balneario Camboriú, ha sido una experiencia enriquecedora para toda la familia. Aunque el idioma portugués fue un desafío al principio, la interacción diaria con la comunidad y con sus clientes en la farmacia ayudó a que rápidamente mejorara su fluidez. "La gente es muy amable y siempre dispuesta a ayudar", dijo, destacando el valor humano de los brasileños, algo que hace aún más placentera la experiencia de vivir en un país extranjero.
En cuanto a la vida diaria, María José explicó que el trabajo es constante, pero no faltan momentos para disfrutar del entorno. "Cuando tenemos tiempo libre, aprovechamos para ir a la playa, tomarnos unos mates y compartir en familia. Esos momentos son muy valiosos", afirmó.
La adaptación de sus hijas, quienes también han hecho vida en Brasil, no fue sencilla al principio, pero rápidamente aprendieron a desenvolverse en el nuevo idioma y cultura. "Lo más importante es estar en contacto con la gente, es lo que más enseña", comentó.
A pesar de los desafíos, María José no tiene dudas de que tomar la decisión de mudarse fue lo correcto. "Es una decisión difícil, se dejan muchas cosas atrás, pero la vida es una sola, hay que vivirla y disfrutarla", concluyó.