Según el secretario de Trabajo, las nuevas contrataciones y el alza del poder adquisitivo del salario apuntan a una recuperación del mercado laboral en sectores clave como la construcción y la industria.
Luego de 11 meses de declive, el empleo registrado en el sector privado argentino experimentó un repunte en agosto y septiembre, lo que representa una incorporación de aproximadamente 5,000 nuevos trabajadores. Desde el Gobierno, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, destacó que esta mejora es producto de la “confianza en el plan económico” y la implementación de la reforma laboral enmarcada en la Ley de Bases. Las cifras, que serán publicadas oficialmente este jueves, reflejan un cambio de tendencia atribuido a la estabilidad jurídica que la nueva normativa otorga a las empresas, alentándolas a contratar con menores riesgos legales.
En este contexto, la contratación laboral creció un 0,1% en agosto y un 0,2% en septiembre, un avance impulsado principalmente por la construcción, la industria y el comercio. El informe de la Secretaría de Trabajo, respaldado por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), revela que el empleo formal ha comenzado a diversificarse, incluyendo tanto contratos temporales como permanentes. Esta recuperación es particularmente significativa en sectores que llevaban casi un año sin incrementos en su fuerza laboral, lo cual, según Cordero, muestra una respuesta positiva del mercado ante la nueva legislación.
Otro aspecto destacado es el aumento en el poder adquisitivo del salario medio desde diciembre de 2023. Según Cordero, el Gobierno ha buscado que los incrementos salariales no impacten en los precios de manera directa, promoviendo una mejora gradual y sostenida del salario en términos reales. Esto permite que, pese a la inflación, los sueldos mantengan o incluso incrementen su valor adquisitivo. Para Cordero, la postura responsable de los sindicatos en las negociaciones salariales ha sido clave para mantener la estabilidad económica, evitando una espiral inflacionaria que afecte el consumo y el crecimiento.
