El 20 de enero a las 12 del mediodía, Donald Trump tomará posesión como el 47º presidente de Estados Unidos. El republicano vuelve al poder después de cuatro años fuera de la Casa Blanca, un fenómeno histórico que solo ha ocurrido una vez antes. Trump logró un contundente triunfo, capturando tanto la Cámara de Representantes como el Senado, además del Colegio Electoral y, notablemente, el voto popular.
Luis Rosales, analista internacional, describe el retorno de Trump como una “avalancha”. Según Rosales, el republicano podría aprovechar su segundo y último mandato para dejar un legado duradero, ya que no tendrá la presión de buscar una reelección. "La energía de Trump y el hecho de que este sea su último mandato pueden jugar a su favor", explicó Rosales. “Los presidentes en sus segundos mandatos suelen estar más enfocados en las transformaciones de largo plazo, sin preocuparse tanto por las repercusiones electorales”.
Trump fue el centro absoluto de la discusión durante la campaña electoral. "Logró que toda la contienda girara en torno a él", señaló Rosales. "O estaban a favor de Trump o en su contra, pero la candidata Kamala Harris no generó un respaldo entusiasta más allá de quienes querían frenar a Trump". Esta polarización resultó decisiva.
Los mercados financieros reaccionaron positivamente. "Las acciones en Wall Street subieron un 10%, y el riesgo país de Argentina cayó por debajo de los 900 puntos", dijo Rosales. Sin embargo, advirtió que los mercados pueden ser "espasmódicos y exitistas", dependiendo de las primeras políticas de Trump.
El eje de la nueva administración apunta a revigorizar la economía estadounidense mediante políticas proteccionistas. Trump promete "hacer América grande de nuevo" trayendo industrias de vuelta al país y desafiando las dinámicas de la globalización. “La idea es devolver grandes fábricas e inversiones a Estados Unidos, lo cual entusiasma al electorado”, afirmó Rosales. Sin embargo, esto también implica desafíos para las economías que dependen del libre comercio global.
Para Argentina, el impacto de un Estados Unidos proteccionista podría ser menor comparado con otras naciones como China o México. Sin embargo, Rosales instó a aprovechar la relación ideológica entre Trump y el presidente argentino Javier Milei. “Es triste que solo pensemos en qué barman nos da más crédito", criticó. "Argentina debe buscar maneras más estratégicas de beneficiarse de esta cercanía”.
La administración Trump representa una oportunidad única para reconfigurar las relaciones internacionales y las dinámicas comerciales, y el mundo observa expectante qué forma tomará la "Doctrina Trump". "Solo el tiempo dirá cómo se materializan estos planes, pero el potencial de cambio es enorme", concluyó Rosales.