Donald Trump fue herido en un acto de campaña en Butler, Pensilvania, cuando varios disparos resonaron entre la multitud. El expresidente, luciendo su característica gorra roja con el lema "Make America Great Again", sufrió una herida en la oreja y fue rápidamente protegido por el Servicio Secreto, que lo sacó del escenario en medio de escenas caóticas.
Según su portavoz, Steven Cheung, Trump "está bien" y está siendo atendido en un centro médico local tras el incidente. El ataque ha dejado conmocionada a la campaña electoral estadounidense, marcando un punto de inflexión inesperado y generando incertidumbre sobre los detalles del agresor y sus motivaciones.
Este incidente ocurre en un momento crucial para Trump, justo antes de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, donde se esperaba su coronación como candidato presidencial. La identidad del agresor y los detalles precisos del tiroteo aún están bajo investigación, mientras el país asimila este nuevo capítulo en una campaña presidencial ya de por sí tumultuosa.