Bruno Guillén fue nominado a recibir el premio Global Teacher Prize, galardón entregado por la Fundación Varkey en colaboración con la UNESCO al mejor docente del mundo, entre otros 50 profesionales.
Bruno Guillén es un docente de 38 años de San Carlos de Bariloche dedica a enseñar la materia de Educación Técnica con incumbencia en Electrotecnia en el Centro de Educación Técnica (CET) N° 2 de la misma ciudad, sus alumnos se encuentran en 6 año, donde les enseña la realización de proyectos de carácter técnico, aplicados a problemáticas sociales, como por ejemplo la salamandra que utiliza aceite reciclado como combustible.
Guillén dialogó con Noticiero 9, donde comentó sobre su proyecto solidario y entró entre los mejores 50 docentes del mundo entero.



Guillen junto a sus alumnos de secundaria diseñan y fabrican con impresoras 3D insumos para donar a personas con artritis «una psicóloga me preguntó si podíamos diseñar algo para gente que tiene artritis y de ahí surgió la idea de lo que se podía legar a hacer con las impresoras 3D».

El docente explicó como fue conocer a personas que sufren de artritis y como esa experiencia hizo que quiera seguir adelante con el proyecto «me aferré a eso y presenté el proyecto, me dijeron en algún lugar va a pegar».
El proyecto solidario de fabricación de dispositivos en 3D para personas con artritis reumatoidea, fue seleccionado entre los 50 mejores docentes del mundo en el certamen Global Teacher Prize y participa por un premio de un millón de dólares.
El galardón, que reconoce la vocación por la enseñanza y es entregado por la Fundación Varkey en colaboración con UNESCO y en alianza con Dubai Cares, será alzado por su ganador en noviembre. Pero antes, en octubre, se darán a conocer los 10 finalistas «de mi parte ya no puedo hacer más nada, solo esperar y eso va a ser en París en noviembre» expresó Guillén.
Guillén indicó que recién el día de hoy viernes fue a la escuela y sus alumnos estaban contentos por la noticia y que la misma revolucionó no solo la escuela, sino también todo Bariloche «la escuela técnica genera un sentido de pertenencia muy grande, los chicos y docentes estamos mucho tiempo ahí adentro, es como nuestra segunda casa» finalizaba el docente.