Los mini basurales se han convertido en un problema grave en la ciudad de Resistencia, afectando tanto al medio ambiente como a la salud de la población. Luis Alonso, subsecretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, en diálogo con Radio Nordeste, ha destacado la preocupación por la cantidad de recursos humanos y equipamiento que se están destinando a la recolección de estos lugares no convencionales. «¿Por qué tanta cantidad de basura en lugares que no corresponden?», se pregunta Alonso.
Durante las recorridas por los barrios, se han encontrado con numerosos baldíos y terrenos abandonados que son utilizados como depósitos de basura, tanto por los propietarios negligentes como por los vecinos irresponsables. El secretario comenta que: “Es muy común ver cómo vuelan las bolsas por arriba de los muros de la casa de los vecinos hacia los lugares que no están ocupados. Esto tienen que ver con la desaprensión del propietario, pero también yo como vecino estoy generando un foco infeccioso para mí y para todos los que rodeamos”.
Para la municipalidad, sin embargo, alguno de estos basurales no son “espontáneos” sino que son “basurales políticos”, armados intencionalmente por cuestiones electorales. “Hace poco tiempo, en la calle Don Bosco, entre la avenida Italia y la avenida Monteagudo, amaneció una mañana desparramado toda basura de una esquina a la otra. Esto no es obra del Espíritu Santo que está en la iglesia del colegio Don Bosco. Esto es obra malintencionada y de operaciones que se hacen en esta circunstancia. Es lamentable lo que estoy diciendo, pero es la realidad”, manifestó el subsecretario de Servicios Públicos de la Municipalidad.


No obstante, la problemática de la acumulación de basura, especialmente en las periferias del Gran Resistencia continúa siendo un problema persistente desde hace años en la ciudad, del cual hasta el momento, y más allá de las acusaciones cruzadas, nadie se ha hecho plenamente responsable.