En la siesta del domingo delincuentes ingresaron a una vivienda en la calle Cangallo al 300. Los dueños no estaban, pero al regresar se encontraron con todas las puertas trancadas. Tuvieron que romper una ventana para poder ingresar, una vez adentro se encontraron con que la habitación matrimonial estaba revuelta. Se llevaron 1 millón de pesos y 40 mil dólares. Lo curioso es que las puertas no estaban violentadas. Los dueños de la casa no quisieron dialogar frente a las cámaras para cuidar la integridad de la familia, pero comentaron que la policía ya está trabajando en el caso y se analizan cámaras de seguridad de las casas linderas y de un «hotel» ubicado en frente.