Noticiero 9

Luis Rosales: «Milei pateó tableros en Davos y era necesario»

Ayer miércoles Javier Milei realizó su primera presentación en el foro de Davos, que reúne a la élite política y económica a nivel internacional. Su discurso, no pasó desapercibido y levantó polémica a nivel nacional y mundial.

En un fuerte tono, el presidente argentino habló de que “Occidente está en peligro” y fustigó contra las que denominó como “ideas colectivistas”, concepto que utilizó para agrupar al socialismo, al nacionalismo, al globalismo y hasta al feminismo. Algunos diarios internacionales como El País de España criticaron la presentación y hablaron de una reacción negativa por parte de los principales líderes mundiales.

Radio Nordeste consultó con el periodista Luis Rosales, experto en temas internacionales para conocer su análisis de lo que dejó el discurso del libertario en el foro de Davos.

– ¿Luís, cómo se han tomado en el mundo los distintos periodistas, y los distintos representantes, estas declaraciones de Javier Millei expresadas en el día de ayer? 

– Bueno, es Javier Milei actuando ahora a nivel internacional. Acá en la Argentina ya estamos acostumbrados a un Javier Milei que tiende a patear cualquier tablero que encuentra y pateó el tablero, un flor de tablero pateó ayer las reuniones de Davos

Javier Milei que tiende a patear cualquier tablero que encuentra y pateó el tablero, un flor de tablero pateó ayer las reuniones de Davos

Luis Rosales

Se trata de una especie de foro donde se compatibilizan, se encuentran políticos, empresarios de primer nivel, hombres influyentes de todas partes del mundo, tratando de discutir, confluir, acercar posiciones. Llegó el libertario argentino y pateó el tablero. Qué es lo que digamos, es cómo ha construido toda su carrera política Javier Milei, y le ha dado resultado, ha llegado a la política argentina y es lo que ha hecho a lo más alto de la política argentina y es lo que ha hecho en la presidencia de la nación, apenas asume saca el megadecreto y las modificaciones de prácticamente todas las leyes importantes de la Argentina, es una pateada de tableros gigante. Bueno, por lo menos a nivel discursivo, porque la Argentina como país, no tiene capacidad de modificar la realidad internacional en forma contundente, por lo menos a nivel discursivo, ha pateado el tablero a nivel internacional también. 

Luis Rosales, analista internacional

– ¿Y como en tomó en este caso el mundo, Luis, un Javier Milei al 100%?

– Bueno, hay que ir viendo, ¿no? Porque además de defender una ideología, de instalar o de propiciar un cambio de rumbo en el devenir de la humanidad futuro, en temas de los cuales yo coincido en un porcentaje importante, Milei es presidente de la Argentina. Esa parte de tablero era necesaria, es necesaria en el mundo, de eso yo particularmente como liberal desde hace años coincido bastante con Milei. Pero no estaba allí en condición de ideólogo o de profesor o de analista, sino es el presidente de la República Argentina. Y ahí está el asunto. Como ideólogo, como señalador de un camino alternativo, como provocador para patear el tablero del establishment, como alguien que le alerta a la humanidad de que por un camino no se va o se va hacia un lugar complicado y que hay que cambiar de rumbo, todo eso fue impresionante. El tema es si todo eso le sirve al presidente de Argentina para mejorar la situación actual muy mala, sobre todo en esta transición de un sistema a otro, aquí en la República Argentina. ¿Traerá más inversiones? ¿Conseguirá más empleo? Esa es la gran duda. Esa es la gran duda. Yo tengo, tal vez no en todos los detalles, tal vez no en tanto énfasis. tal vez en tanto extremismo, tal vez haciéndolo con un poco más de moderación. Tengo amplias coincidencias con los temas de fondo con Milei. El tema es que ahora es presidente de Argentina y hay que ver si esas posiciones tan extremas le terminan conviniendo o no al país. 

El tema es si todo eso le sirve al presidente de Argentina para mejorar la situación actual muy mala, sobre todo en esta transición de un sistema a otro, aquí en la República Argentina. ¿Traerá más inversiones? ¿Conseguirá más empleo?

– Respecto a las críticas que han surgido a partir de lo que ha sido la presentación. Se habla desde España, en este caso el diario El País, que sabemos la preponderancia en todo el habla hispana, habló de tímidos aplausos, de desconcertación, a partir de lo que ha sido la presentación de Milei, y utilizó el término “abroncó”, Milei abroncó a todos los líderes en Suiza.

– Bueno, había muchos líderes del establishment que son precisamente los denunciados por Milei. El País es un diario socialista. Lo que pasa es que, a ver, en lo que tiene razón Milei es que se ha corrido tanto el eje de lo políticamente correcto que si vos venís con un discurso que discrepa en algo, con lo que se ha instalado en todas partes, parecés un extraterrestre. Y en realidad lo que pasa es que el mundo se corrió para aquel lado.

La cosa es graciosa, ¿no? Porque el mundo acumula, crece, genera riqueza y muchísima riqueza gracias a las virtudes, a las mieles, a los éxitos del capitalismo. Pero después reniegan del capitalismo y entonces el socialismo intenta criticar a este sistema que tanta riqueza, que tantos millones de personas han transformado de la pobreza a las clases medias en el mundo entero, abjurando de los principios mismos del capitalismo. Es una paradoja. Entonces queda bien decir que el cambio climático, que no sé qué, que no sé cuánto, que no soy yo tan extremo como Milei diciendo que no existe, pero que está exagerado todo, está exagerado, sin duda está exagerado, y deberíamos hacer el monumento principal como seres humanos al capitalismo, a los grandes pensadores liberales, no hay duda, han sido ellos los que han contribuido a que nosotros, aquí, en el fin del mundo, podamos tener bienes, servicios, podamos tener esto que estamos haciendo, tecnología de alto nivel. Todo eso no ha sido obra ni de la China comunista, ni de la Unión Soviética, ni del Partido Socialista de España, ni del Partido Socialista de Francia, ni del Partido Peronista de la Argentina. 

Se ha corrido tanto el eje de lo políticamente correcto que si vos venís con un discurso que discrepa en algo, con lo que se ha instalado en todas partes, parecés un extraterrestre

Todo eso ha sido obra de la competencia entre empresas privadas, el avance, todas las virtudes que ya sabemos y que muchos las transforman en desventajas del sistema capitalista. Ahora, la paradoja es que en esa ciudad ultracapitalista de Davos, donde se junta la élite ultra rica que llega en aviones súper sofisticados, construidos gracias a las últimas tecnologías desarrolladas por el capitalismo, y gente que gana millones de dólares, después llegan ahí a despotricar, a criticar al capitalismo porque es lo que está de moda. ¿Y por qué está de moda? Porque todos los medios prácticamente del mundo, la mayoría de los medios del mundo, tienen esta tendencia. Uno se pone en contra y pasa a ser un troglodita, un ultramontano, un enfermo mental que solo puede existir en redes alternativas, en programas exóticos en YouTube o algo por el estilo.

–Tal vez por eso, más allá de que guste o no guste el mensaje y lo que dijo, lo que no se le puede criticar es que no haya sido genuino. Fue un Milei siendo Milei. 

Es un Milei siendo Milei. Y, a ver, el capitalismo es infinitamente superior al socialismo. Eso ha quedado ultra demostrado. Tal vez el socialismo ha contribuido a crear condiciones en los países que acumularon capitalismo, que a nivel, con el capitalismo acumularon condiciones, un tanto, políticamente hablando, más estables para que se pueda seguir sosteniendo. Pero no hay duda que China, la China comunista, cuando decidió abandonar las doctrinas obsoletas, inaplicables del maoísmo, que la mantuvo como un país del tercer mundo a China durante años e incorporó a través de Deng Xiaoping el listado básico, el camino esencial del capitalismo, China se transformó en la segunda potencia mundial a nivel económico. China comunista, ni hay que hablar de Vietnam, ni hay que hablar de comparar Corea del Sur con Corea del Norte, Alemania del Este con Alemania del Oeste, La Habana con Miami, hay miles de ejemplos, son apabullantes los ejemplos.

El problema está en cuando queremos quedar como políticamente correctos y tenemos que criticar un poquito al capitalismo y decir, bueno, hace falta un poco más de distribución, cuando sabemos que, si se pone en marcha un sistema absolutamente distributivo que tiene tal vez una buena intención, termina siendo contraproducente como aquí en la Argentina. 80 años después de haber aplicado en la Argentina, de haber cambiado de rumbo, del rumbo que siguieron los países que crecieron, que se volvieron ricos, a rumbos inventados por acá, en realidad inventados por Mussolini en Italia, y desarrollados un poquito más a la Argentina aquí en nuestro país, terminamos siendo uno de los países que más se han empobrecido en la Tierra en los últimos 40 o 50 años

Milei puede anunciar eso, y lo que dice tiene razón, Milei. El tema es si eso dicho tan fuerte, en ese ámbito, dentro de esta regla de juego que existe ahora, le conviene o no al presidente de Argentina para conseguir más cosas o más logros, éxitos, mejoras para nuestro país.

–Claro, ¿y cuándo podríamos tener esa respuesta internacional, Luis? Y en este caso, la gran consulta es ¿cómo nos afecta a todos los que estamos aquí en el suelo argentino?

– Bueno, lo que te dicen los que saben es que la economía argentina como va está trabada absolutamente trabada, ganamos no sé 500 dólares, 1000 dólares como una guasada acá. Ni siquiera, no sé, ni de los peores trabajos, los trabajos menos remunerados en el primer mundo. Es decir, estamos en una categoría muy baja y los argentinos estamos para mucho más. Entonces, el camino no es el adecuado. El tema es que la transición de una economía a la otra es muy complicada y es compleja hacerla en un sistema democrático donde el que quiere hacerla no tiene mayoría. Y la gente está muy cansada y naturalmente tiene poca paciencia. No va a ser sencillo poner en práctica la transición de una economía a la otra. Ahora, qué hay que cambiar, hay que cambiar. Por donde veníamos, íbamos camino a la oscuridad absoluta de Venezuela.

Y no estoy diciendo un exagerado, un fanático. Era año tras año, estábamos cada vez peor, con más cantidad de pobres, con más inflación y no había forma de enderezarlo por el otro camino. Estábamos intentando curar el cáncer con aspirinas. Bueno, el cáncer hay que curarlo con las herramientas necesarias para curar el cáncer. Ahora, ¿tendremos la paciencia, la tolerancia como sociedad para aceptar, primero, que tenemos cáncer, y segundo, que hay que iniciar un tratamiento de esos fuertes que hacen falta para curar una enfermedad como esa? Ojalá lo tengamos, pero bueno, ahí está todo el escepticismo marcado, concentrado.

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