El handball es un deporte conocido como la versión del fútbol, pero jugado con las manos. En sus inicios compartían la cantidad de jugadores y hasta las dimensiones del campo, pero actualmente son dos disciplinas muy distintas. En N9, Hugo Mierez, periodista deportivo, tuvo un mano a mano con un experimentado de la disciplina.
Lucas Cruz Guerra es un cubano que vino en el año 94 a las tierras Argentinas, siguiendo su pasión por el deporte. “Llegué estando en la Selección Cubana y decidí quedarme acá, ver otros modos de juegos y expectativas, desafíos”. Es así que, el deportista tuvo la dicha de ser parte de ambas selecciones, porque también formó el plantel argentino.
Para el año 99, el cubano estaba nacionalizado y con 30 años de edad fue convocado para jugar con la casaca albiceleste. Sin embargo, para el año 2003 decide dar un paso más y se convierte en un entrenador de los futuros jugadores, un gran desafío al que se enfrentó. “Estuve jugando 10 años en Europa, ahí era jugador pero también entrenador de equipos de formativas, pero es una experiencia muy linda. Después me titulé como entrenador, para transmitir toda la información y experiencia que adquirí como jugador”.
Ante la consulta de Hugo Mierez, de cómo era ser un deportista de alto rendimiento, Cruz Guerra se limitó a hacer comparaciones. En Cuba era estudiar y entrenar en ambos turnos, sólo se dedicaban a eso, mañana y tarde. Sin embargo, en Argentina se entrenaba una vez porque los chicos “debían trabajar para entrenar, o se entrenaba a la mañana o a la tarde”.
Al momento de hablar del progreso de la disciplina en la zona, el entrenador dijo que ha crecido “a nivel nacional y en cuanto a lo regional mucho más, sobre todo en Chaco y Misiones. Están muy por encima de Formosa y Corrientes”. Sobre todo, destacó que el Chaco está a un nivel muy alto gracias a Pablo Mujica.
Los beneficios del deporte son amplios, como la conducta y la disciplina. “Desde los 11 años me dediqué a hacer handball, los beneficios son infinitos. Desde la conducta y la disciplina, tengo una vida muy ordenada”, y continuó, “te da valores de vida”.
